Hagamos el amor y no la guerra

Daniel Riobóo Buezo

Estoy harto. Harto de ver como cada día siguen muriendo centenares de personas. Harto de que parezca imposible controlar el maldito virus. Harto de estar confinado y no poder ver a mi novia, familia y amigos. Harto de los bulos y de la desinformación. Harto de la crispación política. Harto de la falta de unión ante el problema más grave al que se han enfrentado España y el mundo en muchos años. Harto del cainismo. Harto de discutir de política. Harto de ver y hasta de participar en discusiones en redes sociales y grupos de whatsapp. Harto de que esta situación esté provocando rupturas personales y hasta en algunos casos familiares. Incluso estoy harto de estar harto.

La prensa está más dividida y polarizada que nunca y cada vez que entras en Twitter para informarte o compartir algo que crees útil o práctico acabas leyendo más comentarios de los que deberías y, por lo menos yo, bastante enfadado. Lo mismo ocurre en algunos grupos de whatsapp, al final termina hablándose de política y llegan los enfrentamientos. Supongo que el hecho de estar encerrados en casa, y en el caso de mucha gente además sin poder trabajar, enciende la ira. Pero si lo piensas fríamente creo que no tiene sentido. No nos hace ningún bien psicológicamente sino todo lo contrario.

No sé vosotros pero pienso que esta situación está provocando una polarización política brutal. Al final está ocurriendo a nivel nacional lo mismo que ha pasado en Cataluña con amigos y hasta familiares enfrentados y discutiendo continuamente. La crispación que vivimos es ya insoportable. Detengámosla de una vez o nos hará daño y enfrentará durante mucho tiempo.

Hoy es el día internacional del beso. Como decía John Lennon en Mind Games, «quiero hacer el amor, no la guerra, se que lo has escuchado antes».

El cainismo español

Daniel Riobóo Buezo

Además del COVID-19, en España creo que tenemos otro virus, en este caso permanente: el sectarismo. De cualquier signo. Consiste en criticar ferozmente, haga lo que haga y tenga o no razón, a quien ideológicamente no es de los tuyos. Especialmente queda patente en las redes sociales, donde cada usuario tiene un altavoz a su alcance. Me encanta la libertad de expresión y por supuesto que cada uno es libre de opinar lo que quiera pero me entristece ver tanto cainismo y crispación. A pesar de que estamos en 2020 y ya han pasado 81 años desde que terminó, creo que como país aún no hemos superado del todo la Guerra civil.

Por supuesto que hay que ser exigentes con los gobernantes y responsables de todas las administraciones. De ahí al eterno y continuo enfrentamiento ideológico que veo, especialmente en Twitter, creo que hay un mundo. Esta crisis del coronavirus tiene muchos condicionantes bélicos aunque el enemigo sea invisible. Es algo que no hemos vivido una generación entera y nos ha pillado a todos desprevenidos. Ya habrá tiempo para pedir responsabilidades por errores y negligencias si es necesario. Pero no creo que ahora mismo sea el momento para andar a la gresca. Pienso que esta crisis debería unirnos a todos. Bien estaría poner en cuarentena el cainismo y remar todos juntos por una vez.

DueloaGarrotazos

[“Duelo a garrotazos” o “La riña” es una de las pinturas negras que Francisco de Goya realizó para la decoración de la Quinta del Sordo, la casa que adquirió en 1819. Este cuadro ha sido visto desde su creación como una representación de la lucha fratricida entre españoles; en época de Goya las posiciones enfrentadas eran las de liberales y absolutistas. Desde 1881 está expuesto en el Museo del Prado].