La industria del mañana será una mente artificial

Daniel Riobóo (Madrid)

En los albores de la Revolución Industrial al inicio del siglo XIX, los luditas se oponían a la mecanización de la industria y la vida. Luchaban contra el progreso en la ingeniería y la tecnología en defensa de los puestos de trabajo que las máquinas quitarían a los hombre. El movimiento murió rápidamente pero hoy algunos siguen preguntándose lo mismo. ¿Cada vez que un nuevo robot automatiza una tarea nos quita un puesto de trabajo?

La pregunta es pertinente porque la robótica supera cada año el número de unidades vendidas y se calcula que en 2025 los robots harán el 45% de las tareas de fabricación industrial en contraste con el 10% actual con las consiguientes pérdidas de puestos de trabajo. Pero viendo la botella medio llena este hecho puede interpretarse también como creación de riqueza y bienestar al mecanizar tareas fatigosas y crear empleo cualificado para ingenieros de robótica y técnicos de mantenimiento.

La evolución de la disciplina ha ido abandonando la ciencia ficción para dar paso cada vez más a la tecnología. De hecho son muchos los que creen que la inteligencia artificial será la próxima gran revolución tecnológica por encima de la realidad virtual.  Entre ellos está Sundar Pichai, el CEO de Google, que recientemente ha asegurado en la carta anual de la compañía que la inteligencia artificial es la tecnología que más evolucionará en los próximos años y en la que Google está invirtiendo mayores esfuerzos a largo plazo.

La Inteligencia artificial es una disciplina mucho más amplia que la robótica y sus aplicaciones están invadiendo cada vez más nuestra vida diaria. Por solo citar algunos ejemplos es la que nos permite utilizar nuestra voz para buscar información, traducir una página web de un lenguaje a otro o filtrar el spam de la bandeja de entrada de nuestro correo electrónico.

Pero la inteligencia artificial también ha producido hitos recientes como la victoria de la máquina Alpha, de la empresa de Google Deepmind, en una partida de Go contra el campeón del mundo en la disciplina Lee Sedol. Esta hito no estaba previsto antes de 2025. Según la compañía, el triunfo sirve para probar lo que son capaces de lograr y para seguir enfocando su uso hacia la facilitación de nuestras tareas diarias y para pensar en utilizarla en un futuro no tan lejano para enfrentar grandes desafíos: como el cambio climático o el diagnóstico del cáncer.

El antecedente de este nuevo logro se produjo hace cinco años, el día que el superordenador de IBM Watson venció a dos de los mejores concursantes del conocido programa estadounidense Jeopardy. Hasta la derrota de Sedol, era la prueba más espectacular del avance de la inteligencia artificial desde la victoria de otro computador, Deep Blue, contra el ajedrecista ruso Gary Kasparov en 1997.

Detrás de estos hitos históricos está el hecho de que las computadoras están empezando a ser capaces de interactuar de forma natural con los humanos a través de una amplia gama de aplicaciones y procesos así como introduciendo en ellas características de los propios seres humanos, como por ejemplo la intuición. Sus usos prácticos cada vez son más ambiciosos. Actualmente IBM está aplicando estos avances al campo del diagnóstico médico mientras Google lo está haciendo, entre otros, al de la conducción autónoma de coches, cuyos primeros prototipos están ya circulando y se espera que puedan ser comercializados en 2020.

 

Para convertir en algo habitual a los coches autónomos en nuestras carreteras, a las empresas les queda un duro trabajo por hacer. Desde reproducir la experiencia de conducir en diferentes culturas a disminuir el factor de mayor riesgo, la distracción, un peligro que podría evitarse mediante los asistentes de voz. Fabricantes como Ford trabajan a contrarreloj para resolver las trabas legales que permitan circular a los futuros coches y convencer a las compañías de seguros de que todavía tendrán su sitio.

Pero otros sectores de la automoción también están apostando por la inteligencia artificial. Según un estudio de Accenture, en los próximos cinco años los fabricantes de componentes de automóviles y el sector industrial prevén invertir 220.000 millones de euros en máquinas e inteligencia artificial. Esta inversión se dedicará especialmente a conseguir aumentar la productividad mediante una plantilla conectada.

El estudio señala que los vehículos autónomos y robots móviles que mueven materiales en las instalaciones ya representan la mitad de la inversión de estas compañías en esta área. En el futuro, esta tendencia seguirá en auge, especialmente en robots colaborativos (cobots) así como en dispositivos de realidad aumentada y virtual. Una prueba más de que la inteligencia artificial estará cada vez más presente en nuestras vidas.

Emprender para triunfar en la transformación digital

Daniel Riobóo (Madrid) 

El emprendimiento y las startups son la semilla de la transformación digital, la causa de lo que ya se conoce popularmente como la cuarta revolución industrial. El ejemplo de las compañías innovadoras se ha contagiado a las grandes corporaciones que tratan de aplicar sus fórmulas para digitalizar y transformar sus estructuras e incluso su cultura empresarial. Analizar este fenómeno ha sido el tema de la primera mesa redonda de la segunda jornada de RETINA —el foro de transformación digital iberoamericano de EL PAÍS patrocinado por Iberdrola, Santander y Telefónica— formada por tres emprendedores en serie y tres ejemplos para quienes quieran perseguir sus sueños y, posteriormente, guiar a otros por la misma senda.

Adejemi Ajao fundó Tuenti en 2005 para venderla poco después y crear Identified, posteriormente comprada por la empresa estadounidense Workday de la que hoy es vicepresidente. Además, en su faceta de inversor ha apostado por startups como Cabify y Blink, la exitosa compañía de ofertas hoteleras cofundada por Rebeca Minguela y posteriormente adquirida por Groupon. Minguela, también ponente de la mesa, ahora trabaja con el Banco Santander en su proceso de transformación digital mientras continua emprendiendo en Silicon Valley. El tercer participante, Gustavo García Brusilovsky, descubrió bastante más tarde su vocación emprendedora. En 2005 fundó Buy Vip, que se convirtió en el mayor club privado de venta de moda en España hasta que Amazon decidió comprarla en 2010 cuando la empresa de Jeff Bezos decidió instalarse en España.

¿Qué pueden aportar los emprendedores a las grandes empresas?

En la mesa moderada por Jaime García Cantero, director de contenidos de Retina, se han tratado de averiguar las diferencias entre las startups y las grandes corporaciones y qué pueden aportar los emprendedores a estas. Para Rebeca Minguela, que actualmente emprende en la incubadora de Harvard con una startup de rating para medir el impacto social de empresas y organizaciones, las grandes compañías buscan emprendedores para catalizar el cambio, gente con una trayectoria y una energía diferentes. Minguela establece diferencias entre ambos tipos de organizaciones en función de su experiencia. Mientras cree que “en Groupon todavía hay agilidad aunque no está muy clara su identidad como grupo y la visión ya que han escalado demasiado rápido” lo contrario ocurriría en el Banco Santander que “tiene una cultura muy fuerte y jerárquica que les permite ejecutar proyectos muy rápido si bien a la vez tiene el reto de ser una empresa hiperregulada”.

Para Gustavo García la cultura corporativa pierde flexibilidad por su tamaño y jerarquías y, por esta razón, tras haber trabajado en varias grandes empresas, prefiere el mundo de las startups ya que cree que, aunque crezcan, aún mantienen parte de su esencia. “Al final Amazon es una gran empresa, pero sigue teniendo un toque especial”. Y eso es lo que le motiva, seguir trabajando con mayor libertad. “El emprendimiento en serie es levantarte por las mañanas y darte cuenta de que se pueden hacer las cosas mucho mejor gracias a la tecnología”. El rol de España el mundo de las startups es aún demasiado pequeño en opinión de García, por lo que “los emprendedores pueden tener más futuro cooperando con las grandes corporaciones y aportando innovación”. Algo que también cree que pueden aportar en laspymes, ya que estas “tienen recursos muy limitados y además no tienen control de sus clientes, no tienen tecnología. Hay mucho que trabajar con ellas aportándoles tecnología y datos”.

Por su parte Adejemi Ajao nunca había trabajado en una gran empresa antes de Workday y al principio reconoce que cuando se interesaron por Identified no sabía realmente lo que hacían (softwaretransaccional de recursos humanos y finanzas). Pero cuando lo entendieron se dio cuenta de lo que podían aportar y finalmente la empresa americana decidió comprar su startup y ahora es vicepresidente en Workday. “Cuando tienes una startup muy agresiva, igual a tu cliente le cuesta llegar ahí pero al final es una colaboración beneficiosa para los dos”.

Las próximas tendencias que triunfarán en la economía digital

Para Adejemi Ajao, la inteligencia artificial es la tendencia con más futuro como prueba que “la inversión se ha multiplicado por 15 en los últimos 5 años”. En este campo, para Ajao hay dos tipos de empresas, “unas en plan terminator que trabajan para crear los robots del futuro pero que son muy pocas, porque antes de 15 años es difícil que puedan lograr productos viables”. Mientras, las otras, “son las de bases de datos enormes para los sectores de finanzas, recursos humanos, logística y a los que les puedes aplicar una solución muy concreta. Ser capaces de procesar datos más rápido es una ventaja competitiva”.

Gustavo García cree que la tendencia inmediata pasa por aplicar la tecnología a las pymes y comercios. “El 80% de lo que hacemos en Internet es ya a través del móvil. La tecnología va por delante de donde queremos llegar. Llevarla a las pymes es la gran transformación de los próximos 3 años”. Por su parte, Rebeca Minguela apuesta por el campo donde actualmente emprende. “El sector más importante es el del impacto social, que en los próximos 10, 20 años aumente el nivel de vida  de toda la población ya que los avances y tecnologías actuales solo llegan a la zona alta de la pirámide social”.

En cuanto al mensaje final inspirador, cada uno de estos emprendedores tiene su propia visión. Para Adejemi Ajao “ayudamos a las empresas a tomar mejores decisiones basadas en datos, la oportunidad está ahí”. Una posibilidad, la del éxito, que para Gustavo García pasa por adoptar una startup. Rebeca Minguela cree que “estamos en un momento único para emprender. Para las grandes empresas es ahora o nunca: transformarse o morir”.

Más tecnología para mejorar la prevención en salud

La transformación digital llega a la salud facilitando datos que sirven para mejorar la información que puede hacer que vivamos más y con mayor calidad. Como prueba, la estadística aportada por María Neira, directora del departamento de salud pública y medio ambiente de la Organización Mundial de la Salud: “si hoy en España la esperanza de vida es 13 años mayor a la de hace 50 años, en 2050 los mayores de 65 años supondrán ya el 30% de la población”.

Para Neira, la tecnología aún debe mejorar las vacunas y hacerlas más accesibles, al igual que otros avances como las mamografías, aún solamente disponibles para un 13% de la población femenina en el mundo. O incluso para un problema como el acceso al agua potable. Para todo ello, “hay que reducir la brecha tecnológica entre los países avanzados y el resto”.

El acceso a la información genética también es clave para lograrlo. Para Juan Cruz Cigudosa, investigador del CNIO y emprendedor en NIMGenetics, es un nuevo campo donde aplicar la tecnología, para detectar problemas genéticos y saber cómo poder tratar en el futuro a los enfermos. Pero Cruz puntualiza, “lo importante no es únicamente producir datos sino que los profesionales entiendan lo que les dice el genoma. En ese camino está el análisis actual, que ya es enteramente digital”. Como ejemplo pone a su propio laboratorio donde 20 personas analizan datos para poder tratar mejor a los pacientes.

Sobre cómo pueden aplicarse los avances tecnológicos a las coberturas medidas, también se hablado en la mesa de salud de Retina. Iñaki Ereño, CEO de Sanitas, asegura que toda la información y las herramientas digitales nos van a permitir ser más eficientes, tomar mejores decisiones y comunicar mejor con los clientes. En ello está volcada Sanitas en su proyecto de transformación digital con  aplicaciones como su seguro digitalizado, un market place de salud y Muy saludable, un portal de información sanitaria con un lenguaje accesible para todos.

En la conversación sobre innovación en salud, Patricia Fernández de Lis, redactora jefe de materia, introdujo el debate sobre el papel del paciente al enfrentarse a la salud. En opinión de Cruz Cigudosa, debe producirse “un empoderamiento” de este a partir de los datos disponibles. Como por ejemplo, el hecho de que cada paciente pueda disponer de su genoma y del de toda su familia en tan solo un giga. “Es un guion vital sobre el que se puede escribir de forma predictiva”.

Y es que en la prevención está la clave, según María Neira, ya que es un campo al que tan solo se dedica un 3% de inversión y para el que reclama al menos un 10%. “Si se conectan mejor las bases de datos existentes se podría avanzar en la investigación. Todo empieza en la prevención primaria, es la mejor inversión pero todavía invertimos más en tecnología curativa”. Un ejemplo: “Quiero que se detecte el cáncer pero, sobre todo, que no se produzca. Debería aumentar la inversión en tecnología de detección primaria, nuestra salud está también fuera de los hospitales”.

Porque para Neira, “hay un uso excesivo de las pruebas diagnósticas por presión excesiva de los pacientes o de los padres en el caso de la pediatría. Debemos darles poder a los tomadores de decisiones frente a una demanda excesiva y para que no se desborden los gastos del sistema”. A todo ello pueden contribuir los datos aunque, como puntualiza, “al final hay una decisión humana” si bien también cree que es necesario aumentar la formación en informática y en nuevas herramientas en los profesionales de la sanidad en un mundo cada vez más digital.

Desde el mundo empresarial y tras su experiencia al frente de Sanitas, Iñaki Ereño considera que las empresas deberían aumentar los gastos en la prevención de la salud de sus empleados. A todo ello debe contribuir el big data aplicado al sector sanitario, un campo que para Juan Cruz todavía no está suficientemente desarrollado en España ya que hay mucha información pero no está del todo estructurada y puede ser muy beneficioso, sobre todo en la prevención. Pero Cruz cree que esto va a cambiar rápidamente, “vamos a saber mucho más de lo que pensamos a partir de los datos”.

En la mesa redonda también ha habido espacio para wearables y apps. Para María Neira, estas “te hacen pensar más en tu salud” mientras utiliza el ejemplo de China donde “están resolviendo el problema de la contaminación con relojes que la miden. Pero esa no es la solución, es un aplazamiento. Pueden ser interesantes pero no deben distraer de la resolución del problema real. El día que compartamos a nivel poblacional estos datos nos ayudarán mucho”. Y es que, el 25% de las muertes a nivel mundial se producen por causas ambientales.

Al ser Retina un foro iberoamericano, la salud en Latinoamérica también ha estado presente en el Palacio Municipal de Congresos de Madrid. Para Juan Cruz, “es necesario adquirir conocimientos de ese área, ya que la mayoría de datos disponibles en el campo del genoma provienen de la América anglosajona”. Además, para Iñaki Ereño, “aún hay poco acceso a seguros privados en Latinoamérica si bien se están produciendo innovaciones”. Como por ejemplo en México, “donde Telefónica está trabajando en los microseguros que elevan poco a poco la seguridad sanitaria del país”.

Para cerrar la mesa redonda, tres ideas clave. Para María Neira, “la salud está fuera de los hospitales y las nuevas tecnologías nos deben ayudar a mejorar la prevención”, unas herramientas que para Juan Cruz “deben salvar más vidas pero de forma general y equitativa” mientras para Iñaki Ereno “la información digital nos quita las excusas para no dar un buen servicio de salud”.