Daniel Riobóo Buezo Seguir a @danirioboo
Ayer fue el cumpleaños de mi sobrino Jorgito, el benjamín de la familia. Abuelos, tíos, primos y amigos nos grabamos felicitándole y luego su hermano Juanma montó el vídeo. Le hizo ilusión pero siempre lo recordará como un cumpleaños extraño. Este año se queda sin una celebración en condiciones, sin su acto de graduación, su viaje de fin de curso y sin el final de temporada en su equipo, el Alcobendas. Pero Jorge, como Juanma y como muchos otros niños, está aguantando el confinamiento sin quejarse, dándonos una lección a los mayores.
Ahora mientras se concreta autorizar a los niños a salir un rato al día desde el próximo 27 de abril, ellos siguen con sus lecciones online y jugando en casa. El hecho de ser una generación que ya de por sí juega menos en la calle que nosotros quizá les esté ayudando a llevarlo mejor. Yo con su edad estaba todo el día en la calle jugando a las chapas o al rescate y haciendo deporte en plan Sport Billy y creo que lo hubiera llevado mucho peor. Ahora a partir de cierta edad los niños son más caseros, cosas de los móviles y el fortnite.
La decisión sobre permitir salir un rato al día a los niños es polémica y su resolución peliaguda. Por un lado les serviría para que les de el aire y puedan desfogarse pero a la vez pueden contraer el virus y contagiarlo aunque sean asintomáticos. Hay opiniones para todos los gustos. Al igual que las hay sobre si debe darse por terminado el año académico y otorgar el aprobado general ante la dificultad de reanudar el curso o poder examinarse. Por eso varias Comunidades Autónomas se han rebelado ante el plan del gobierno. Lo que si parece relevante es la necesidad de que hagan deporte, aunque sea en casa, ya que tiene numerosos beneficios durante la infancia.
El otro día mi hermana me envíó este divertido vídeo sobre cómo Jorgito cumplía con sus entrenamientos. Mis sobrinos tienen suerte. Al menos pueden turnarse para sacar a pasear al perro y tienen una casa medianamente grande y con terraza. Pero si piensas en otros niños que no tienen perro al que pasear y que viven en una casa muy pequeña donde no pueden tener habitación propia, debe ser mucho más complicado soportar el confinamiento. Por eso creo que los niños también están dando ejemplo y merecen nuestro reconocimiento.
Tengo la foto. Felicité a Jorge el día de su cumple y Susana me la envió.