Daniel Riobóo Buezo Seguir a @danirioboo
Es la palabra de moda. Desescalada. No es precisamente eufónica pero su adopción es imparable. La escuchamos a todas horas y en varios ámbitos. Por una parte para simbolizar el deseado descenso en la curva de la pandemia. Por otra para reflejar una rebaja paulatina de las condiciones del confinamiento que permita, por ejemplo, que los niños puedan salir un rato a la calle o que incluso podamos salir a hacer deporte manteniendo la distancia de seguridad. Y también está cobrando vigencia como expresión de la necesidad de reducir la tensión política. El propio presidente Pedro Sánchez la ha utilizado para pedir a los partidos de la oposición que rebajen sus acusaciones y apuestes por la cooperación en lugar de la división.
Pero, ¿de dónde viene este uso sustantivado de la palabra escalada? Como en tantos otros casos, del inglés, del verbo `to escalate’. Pero en español no existe desescalada, no figura en el diccionario. Sí existe escalada, con varias acepciones, hasta cuatro. Las dos más utilizadas son subir por una pendiente a una gran altura, una actividad emparentada con el alpinismo y el aumento rápido y alarmante de algo como los precios o los gastos. Pero su teórico antónimo, desescalada, no existe en el diccionario de la RAE.
Ante su uso masivo, la Real Academia de la Lengua Española ha señalado que es recomendable «evitar los calcos del uso del inglés ‘to escalate'» en el idioma español. Así, la RAE recomienda utilizar términos como ‘aumentar’ o ‘intensificar’ en lugar de ‘escalar’. Y en el caso de ‘desescalar’, recomienda en su lugar el uso de ‘reducir’, ‘disminuir’ o ‘rebajar’
Si bien en determinados contextos como en la tecnología, la música o el deporte adoptar o traducir anglicismos puede ser más comprensible, su invasión a cualquier precio no está justificada y tiene consecuencias. Teniendo una lengua tan rica como el castellano con multitud de palabras que pueden utilizarse perfectamente, ¿por qué adoptar tanto préstamo? Dejemos de desescalar y pensemos en reducir y rebajar, ya sean las condiciones del confinamiento o la crispación política.
[…] de estos tiempos. Desescalada, fases y nueva normalidad. A mi no me gusta esta terminología. Desescalada me parece una palabra inexistente y horrible. Las fases me hacen pensar que estamos en un videojuego dónde a lo mejor somos incapaces de pasar a […]
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