Un escenario surrealista

Daniel Riobóo Buezo

Llevamos dos semanas en cuarentena y, no sé vosotros, pero yo tengo la sensación de que hubiera pasado mucho más tiempo. Ya casi nos hemos acostumbrado a vivir sin salir de casa. Y a teletrabajar. Hemos creado nuestras rutinas caseras y hasta nos resulta habitual comunicarnos exclusivamente por teléfono y a través de videollamadas. Pero sigue siendo algo extraordinario. Adaptarse a la situación de emergencia es un mecanismo de supervivencia.

Algunas noches sueño que la pandemia del COVID-19 es sólo una pesadilla pasajera. Pero al despertar me doy cuenta de que el estado de alarma continúa. De que los hospitales siguen desbordados. De que las víctimas y contagiados aumentan sin parar. Y de que mi ciudad, Madrid, ya no es lo que era. Hoy las calles están prácticamente desiertas, los hoteles son clínicas improvisadas, los pabellones feriales se han transformado en hospitales de campaña y la pista de hielo en la que hace dos meses pasamos una tarde patinando es ahora una morgue.

También he soñado algún día en lo que vendrá después. Cuando volvamos a juntarnos y abrazarnos con nuestras parejas y seres queridos. Cuando cojamos de nuevo el metro para ir al trabajo. Cuando reanudemos nuestras clases y cuando de nuevo podamos ir a conciertos, teatros y restaurantes. Y cuando podamos volver a patinar en el Palacio de hielo. Es un sueño mucho más reconfortante. Estoy seguro de que pronto despertaremos de esta pesadilla y por fin se hará realidad.

IMG-20200324-WA0015

[La foto es del 25 de enero de 2020 en la pista de patinaje del Palacio de hielo de Madrid]

 

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s