Los campeones de Europa ausentes de la Champions League (II)

Por LUIS MURILLO ARIAS  y DANIEL RIOBÓO  BUEZO 

Entre los campeones de Europa que en los últimos años no están presentes en la Champions League hay históricos del fútbol europeo como el Manchester United, el Liverpool o los clubes de Milan que a buen seguro volverán muy pronto a disputarla. Pero hay otros que, con mucho menor presupuesto y apoyo social e institucional, lograron un día reinar en Europa. Dos de ellos lo consiguieron en la etapa más exitosa del fútbol inglés en el continente, entre finales de los años setenta y principios de los ochenta.

Los olvidados Nothingam Forest y Aston Villa

Nueve años después de que el Feyenoord ganase la Copa de Europa nos encontramos con el campeón continental más depauperado actualmente, el Nothingham Forest, que no sólo venció en 1979, sino que también repitió hazaña un año después. Pasó de salvarse por los pelos del descenso a la tercera inglesa a ser rey del continente dos años consecutivos, un historia similar a la del Leicester si este consiguiera la improbable gesta de triunfar en Europa. Los nombres más destacables de aquel equipo eran el portero, Peter Shilton, y el entrenador, Brian Clough. Mourinho no fue el primer técnico vanidoso y polémico del fútbol. Antes estuvo Javier Clemente y antes que él, Brian Clough, del que se han escrito libros y se han hecho películas como The Damned United. Hizo a un recién ascendido campeón de la liga inglesa ganándose así el derecho de disputar la máxima competición europea. Para tal ocasión, el Nothingham Forest fichó por un millón de libras a Trevor Francis, un exquisito futbolista del Birmingham City, pero una regla de la UEFA le impidió jugar hasta la final, para la que fue «indultado». El mediapunta marcó el gol que dio el título al Forest frente al Malmoe sueco en un partido que no pasó a la historia por su plasticidad. De hecho, el propio Clough dijo: «No fue un gran partido, ellos fueron un equipo aburrido. De hecho, Suecia es una nación aburrida. Pero hemos ganado, que importa lo demás«. El engreído técnico inglés conseguiría revalidar el título al año siguiente en el estadio Santiago Bernabéu frente al Hamburgo de Kevin Keegan. No jugó Trevor Francis por lesión, pero el encargado de anotar el gol que a la postre dio la victoria al conjunto inglés fue John Robertson, otro de los mitos de aquella escuadra.

Tras la marcha de Clough en 1993 el Nottingham Forest sólo ha participado en cuatro ocasiones en la Premier League, llegando a descender a la League One en 2005, donde permaneció tres temporadas. Hoy camina por la parte alta de la Championship luchando por volver a la élite y lo de la Champions League es algo que de momento sus jugadores, directivos y aficionados sólo pueden ver por televisión.

Dos años después del segundo título del Forest, en 1982, otro equipo inglés tocaba el cielo y levantaba la gran orejona, el Aston Villa, que derrotaba sorprendentemente en la final de Rotterdam al todopoderoso Bayern de Múnich. Fue un triunfo que sorprendió a toda la Europa futbolística. En aquel equipo, dirigido por Tony Barton, una especie de Vicente del Bosque en el club que se hizo cargo del equipo a mitad de temporada tras la renuncia del técnico titular. Peter White fue el delantero que anotó el gol del triunfo de aquella final frente a un equipo que contaba con hombres como Rummenigge o Paul Breitner. Los periódicos de la época resaltaron las injusticia de aquel triunfo, pero el «autobús» inglés hizo que los villanos se llevaran la copa a Inglaterra. El Aston Villa, a diferencia del Nothimgham Forest, sí juega hoy en la Premier League, y es el cuarto club inglés con más títulos conseguidos tras Liverpool, Manchester United y Arsenal, pero en la época actual lucha cada temporada por la permanencia.

El histórico Hamburgo de Ernst Happel

Si en 1982 era el equipo de Birmingham el campeón, sólo un año después lo conseguía otro de nuestros equipos ausentes, el Hamburgo. El club alemán, que vivió una época dorada durante finales de los setenta y la década de los ochenta. Su buen momento comenzó con el fichaje de Kevin Keegan, que llegó como estrella procedente del Liverpool a cambio de medio millón de libras. El pequeño futbolista inglés propició en el club alemán un salto de calidad que le llevó a disputar la final de la Copa de Europa de 1980, pero no fue hasta tres años después cuando lograron el título. Ya no estaba Keegan, pero tenían a otro mediocampista de calidad, Felix Magath, que lideraba el equipo que entrenaba Ernst Happel, quien ya había ganado una orejona al frente del Feyenoord. Aquel año 1983 también ganó la Bundesliga. La final frente a la Juventus de Turín se disputó en Atenas y Happel logró neutralizar a Michel Platini y que a su vez el peso del partido lo agarrara Felix Magath. Como no podía ser de otra manera, fue el centrocampista quien logró el tanto de la victoria ante Dino Zoff. Aparte de Magath, en aquel equipo destacaba el delantero Horst y el lateral Kantz.

Desde el año 1983 el Hamburgo no ha vuelto a ganar un título de liga. Eso sí, es el único equipo alemán que ha jugado todas las ediciones desde que se llama Bundesliga. A día de hoy, no sólo está lejos de ganar el campeonato centroeuropeo, sino también de participar en la Champions, puesto que su vida transcurre en la mitad de tabla desde hace muchos años.

El talentoso Estrella Roja desintegrado tras la guerra de los Balcanes

En el año 1991, cuando el régimen de Slobodan Milosevic agonizaba, un jóven equipo balcánico, que jugaba en un estadio conocido popularmente como ‘El pequeño Maracaná’ asombró a toda Europa por el juego que desplegaban sus hasta entonces prácticamente desconocidos jugadores, el Estrella Roja de Belgrado. Formaban parte de aquella plantilla nombres que sonaran a los aficionados al fútbol de los años noventa: Stojanovic, Belodedici, Mihajlovic, Prosinecki, Jugovic, Pancev o Savicevic. Tras derrotar al Bayern de Múnich en las semifinales se plantaron en la final que se disputaría en Bari frente al Olympique de Marsella. En aquella final pudieron el respeto y el miedo a perder y no hubo ningún tanto durante el tiempo reglamentario y la prórroga. En la tanda de penaltis falló Amorós y el título recayó en los balcánicos al imponerse por 5-3. Posteriormente, aunque todavía en la siguiente edición el Estrella Roja alcanzó las semifinales, aquellos jugadores pasarían a formar parte de los clubes más ricos de Europa ante el comienzo de la guerra de los Balcanes y el glorioso Estrella Roja pasó a mejor vida.

En la actualidad, tras pasar de disputar la liga yugoslava a la liga de Serbia y Montenegro, desde 2006 disputa la SuperLiga serbia, competición que sólo ha ganado en una ocasión, el año inaugural. Desde 2007, el trofeo no ha vuelto a sus vitrinas y, por tanto, el deseo de disputar la Champions se ha visto truncado siendo desde entonces el Partizan el gran dominador habiendo vencido en todas las ediciones.

Los grandes ausentes italianos: el Milan y el Inter

El caso de los dos grandes equipos de Milan es prácticamente paralelo. Siendo tras Madrid la ciudad europea cuyos equipos atesoran más Copas de Europa con diez Orejonas, por tercera temporada consecutiva la Champions League no tendrá ningún equipo milanés entre sus 32 participantes por su mediocres temporadas la pasada campaña. El club con más cetros europeos después del Real Madrid, el Milan, ganó las Copas de Europa de 1963, 1969, 1989, 1990, 1994, 2003 y 2007. Si bien en las dos primeras el Milan no marcó realmente una época, fue a finales de los 8o y en los 90 cuando el equipo primero dirigido por Arrigo Sacchi y, posteriormente por Fabio Capello, impuso su estilo con un fútbol total basado en un pressing continuo  y una defenas zonal que asfixiaba y dejaba sin ideas a los rivales. En ellas fueron participes estrellas del equipo milanista como el propio Carlo Ancelotti (dos como jugador y dos como entrenador posteriormente), Marco van Basten, Ruud Gullit, Franck Rikjaard, Paolo Maldini, Franco Baresi, Boban o Savicevic. Tras unos años intrascendentes, el gran Milan volvió a resurgir cuando Carlo Ancelotti lo entrenó y en el campo destacaban Inzaghi, Shevchenko, el eterno Maldini o Kaká. Si bien esta ha sido su última etapa victoriosa, la época más inolvidable y que ha marcado un lugar preferente en la historia del fútbol europeo es la que protagonizó el equipo entrenado por Arrigo Sacchi. Actualmente el Milan ni siquiera ha sido capaz de clasificarse para disputar la Europa League y recientemente Silvio Berlusconi ha vendido el 99,93% de sus acciones del club al grupo inversor chino Haixia Capital por  740 millones de euros. 

Por su parte, su vecino y archirrival de la capital lombarda, el Internazionale, más conocido como Inter, ha vivido dos etapas de oro en Europa antes del actual periodo de decadencia. La primera comenzó a finales de los años 50 bajo la presidencia de Angelo Moratti, con Helenio Herrera en el banquillo y con jugadores como Luis Suárez, Mario Corso, Giacinto Facchetti, Sandro Mazzola, Jair da Costa o su legendario capitán Armando Picchi. Con ellos, el equipo neroazurro consiguió en 1964 en Viena su primera Copa de Europa tras derrotar por 3-1, con dos goles de Mazzola, al Real Madrid y poco después se alzó con la Copa Intercontinental. Al año siguiente el Inter repitió éxitos y levantó su segunda orejona en casa contra el Benfica al que derrotó con un gol del brasileño Jair da Costa para volver a vencer al Independiente argentino en la Copa Intercontinental. Tras aquella época dorada y con la marcha de Helenio Herrera, pasarían nada menos que 45 años hasta que el Inter consiguió un nuevo triunfo en la máxima competición continental en 2010. Con José Mourinho al mando, la temporada 2009-10 sería la más exitosa en la historia del club con un triplete de Liga, Copa y Champions League al imponerse al Bayern de Múnich por 2-0 con dos goles de Diego Milito en el Santiago Bernabéu, el próximo destino de Mourinho. Además del ariete argentino, en el último gran Inter destacaron el camerunés Samuel Eto’o, Thiago Motta o Wesley Sneijder. Tras la marcha del preparador portugués, el Inter entró en un periodo de decadencia absoluta que no ha podido solucionar el nuevo propietario del club, el magnate indonesio Erick Thohir, si bien este recientemente ha vendido el 40% de sus acciones  al grupo empresarial chino Suning Holdings Group. El Inter afronta su quinta temporada consecutiva sin jugar la Champions League en una decadencia que de momento parece no tener fin.

Los jugadores y entrenadores de todos estos equipos seguro que estarán sentados frente al televisor desde esta semana como unos aficionados más para ver la Champions, pensando que cualquier tiempo pasado fue mejor y, probablemente, soñando con poder algún día escuchar el ‘We are the champions’ de Queen desde la alfombra verde de un gran estadio de Europa. Los buenos aficionados al fútbol también esperamos su regreso.

Los campeones de Europa ausentes de la Champions League

Por LUIS MURILLO ARIAS  y DANIEL RIOBÓO  BUEZO 

Es momento de escuchar Zadok the Priest de Handel con los arreglos de Tony Britten, de reservar martes y miércoles para la Champions y «que nadie me moleste», de quedarse hasta las tantas viendo los resúmenes y de jugar a la Liga Fantasy. Ningún torneo de fútbol del mundo, aparte de un Mundial, como la Champions League. El mayor escaparate para los futbolistas, el mejor entretenimiento para los aficionados. Momento para ver el estado de forma de las estrellas de los grandes del fútbol europeo y para especular sobre cuáles serán los futbolistas revelación. Y como siempre, de especular sobre los aspirantes a la Orejona. A la cabeza, Real Madrid, FC Barcelona, Bayern de Múnich y Atlético de Madrid. En un segundo escalón, Manchester City, Juventus y Paris Saint Germain, favorito ante el Arsenal en uno de los grandes partidos de la primera jornada.

Los equipos españoles vuelven a contar entre los grandes favoritos de la Champions League.
Los equipos españoles vuelven a contar entre los grandes favoritos de la Champions League.

Pero nosotros consideramos que también es tiempo de pensar en los que no están. Porque, si bien es cierto que esta competición es la más glamourosa, la que más dinero da a los clubes, la de mayor prestigio, también es verdad que carece del romanticismo que quizá tuviera en otro tiempo. Cuando no todo eran billetes, cuando se jugaba a calzón quitado, cuando no existía liguilla con partidos de relleno y era pura competición eliminatoria, cuando no tenía siempre por qué ganar un club rico. Algunos equipos lograron la máxima competición continental, entonces llamada Copa de Europa, y hoy deambulan lejos de la élite sin esperanzas de participar en la Champions League. Acordémonos de ellos.

Los grandes ausentes holandeses, el Feyenoord y el Ajax de Amsterdam

Nos remontamos a la temporada 1969/70, cuando un equipo holandés pasó a la historia como el primero de su país en conseguir la Copa de Europa. Pero no, no fue el Ajax de Amsterdam, base de la naranja mecánica que estuvo a punto de ganar un Mundial, sino el Feyenoord, el equipo rival con una alineación de buenos jugadores que también formaron parte de la selección holandesa. El Ajax había perdido la final el año anterior ante el Milan y el Feyenoord, tras ganar la liga de su país, se plantó en el partido definitivo frente al Celtic de Glasgow, que había conseguido el título en 1967. Sus futbolistas estrella eran Theo De Jong, Wim Jansen y Willie van Hagenen y estaban dirigidos por Ernst Happel, precisamente el técnico que entrenaría a la selección neerlandesa en 1978. El Feyenoord se cargó en las eliminatorias, entre otros, al campeón del año anterior, el Milan. La final se disputó el 6 de mayo de 1970 en el estadio de San Siro. Se adelantaron los escoceses gracias a Tommy Gemmell, pero dos minutos más tarde empató Rinus Israël de cabeza. Con empate se llegó al tiempo al final del tiempo reglamentario y en la prórroga Ove Kindvall marcó el gol definitivo. Los holandeses se llevaron el título por 2-1.

En la actualidad el Feyenoord intenta reverdecer viejos laureles y comanda la Eredivisie, pero le cuesta no estar a la sombra de los dos grandes equipos holandeses, el Ajax y el PSV Eindhoven, dominadores los últimos años con alguna incursión del AZ Alkmaar y el Twente. No gana la liga desde la temporada 1998/1999 y, por supuesto, lo de jugar la fase de grupos de la Champions League es un sueño que pocas veces se cumple.

El otro gran equipo histórico holandés ausente es, sin duda, el Ajax de Amsterdam, creador de un estilo y de una escuela futbolística inevitablemente glosada al hablar de los mejores equipos europeos. Tan sólo un año después del triunfo del Feyenoord comenzaría el reinado del Ajax en Europa convirtiéndose, tras el Real Madrid, en el primer equipo capaz de conseguir tres títulos consecutivos de la máxima competición continental. Ya a finales de los 60, el equipo entrenado por Rinus Michels rozó el éxito europeo al perder en Madrid la final de la Copa de Europa de 1969 frente al Milan por 4-1. Los primeros años setenta se consideran la época gloriosa del club ya, que, tras conseguir la liga en el año 70, el Ajax no desaprovecharía la oportunidad que le brindaba de nuevo la máxima competición continental. Con un plantel legendario capitaneado por Johan Cruyff  secundado por Johan Neeskens, Ruud Krol y Johnny Rep y ahora dirigido por el rumano Stefan Kovács, en 1971 logró su primera Orejona al ganar en Wembley 2-1 al Panathinaikos de Atenas.

A este primer gran éxito le siguieron otros dos años gloriosos, especialmente 1972 donde el fútbol total del Ajax consiguió el triplete al ganar la liga y la copa holandesas y derrotar 2-0 al Inter de Milan en Rotterdam para conseguir su segunda Copa de Europa. Tan sólo doce meses después llegaría su tercer título continental al vencer a la Juventus en Belgrado con un solitario tanto de Johnny Rep. El exitoso estilo del equipo de Amsterdam se exportaría a la propia selección holandesa, subcampeona del mundo en 1974 y 1978 y al FC Barcelona que fichó a Johan Cruyff y «holandesizó» su estilo para siempre apostando por el fútbol de toque y posesión. Años después, con Cruyff en el banquillo y talentos en el césped como Marco Van Basten o Fran Rijkaard, el Ajax volvió a resurgir si bien no pudo conseguir su cuarta Copa de Europa, un éxito que volvió a repetir con Louis Van Gaal ya bajo el formato de la Champions League. Fue en 1995 cuando un equipo espectacular donde destacaban Edgar Davis, Clarence Seedorf, los hermanos De Boer, Dennis Bergkamp o Patrick Kluivert se impuso al todopoderoso Milan con un tanto de este último y meses después consiguió su segunda Copa Intercontinental. El equipo fue deshecho a golpe de talonario por los grandes de Europa y desde entonces no ha conseguido volver a situarse entre los grandes del continente. La derrota de este año en la eliminatoria previa frente al Rostov ruso ha supuesto una verdadera humillación para uno de los equipos históricos del viejo continente.

Los dos históricos ingleses en reconstrucción: el Manchester United y el Liverpool

En el fútbol británico hay dos equipos clásicos por antonomasia, el Liverpool y el Manchester United. Si bien sus últimos momentos de gloria no son tan lejanos, en los últimos años no han dado la talla ni en la máxima competición continental ni en la Premier League y, para intentar recuperar la gloria perdida, han recurrido a dos de los entrenadores más carismáticos del fútbol europeo actual, al extrovertido alemán Jurgen Klopp los reds y al controvertido José Mourinho los diablos rojos. El United fue el primer campeón de Copa de Europa inglés al derrotar al Benfica en Wembley en 1968 por 4-1 cuando Matt Busby apuraba su carrera entrenando a un equipo plagado de talento donde sobresalían Bobby Charlton, Denis Law y el genial George Best. La segunda orejona tuvo que esperar 31 años hasta 1999 en uno de los finales más alocados que se recuerdan en la competición ya que, con el tiempo cumplido, el Bayern dominaba 1-0 pero en el descuento los ingleses protagonizaron una de las mayores remontadas de todos los tiempos con dos tantos de Teddy Sheringham y Ole Gunnar Solskjær ante la sorpresa generalizada. En aquella escuadra dirigida por el incombustible Alex Fergusson destacaban Paul Scholes, Ryan Giggs y David Beckham. El tercer título no se hizo rogar tantos años y llegó en 2008 tras derrotar en Moscú en los penaltis al Chelsea entrenado precisamente por José Mourinho tras finalizar 1-1 el tiempo reglamentario. Tras aquella final el Real Madrid fichó a Cristiano Ronaldo y el United no ha vuelto a ser el mismo equipo desde entonces emprendiendo varios intentos de reconstrucción sin éxito hasta ahora. La llegada del preparador portugués y del fichaje más caro de la historia, el francés Pogba, son la base del enésimo intento del gran equipo de Manchester por volver a dominar en Inglaterra y Europa y no verse ensombrecido por el pujante City de Pep Guardiola.

Si hay un santuario del fútbol europeo, ese es Anfield, la casa del Liverpool, un estadio y un equipo rodeados por un aura mística. En su banquillo hay dos grandes leyendas, Bill Shankly, el entrenador que le hizo crecer para convertirse en un equipo campeón a finales de los 50 y el de su asistente y sucesor, Bob Paisley que le llevó a sus grandes éxitos continentales con tres Copas de Europa conseguidas en tan sólo cinco años. Tras la retirada de Shankly, en su tercer año en el banquillo Paisley convirtió a los reds por fin en campeones continentales en 1977 tras derrotar 3-1 al Borussia Mönchengladbach en Roma para repetir título una temporada después al vencer 1-0 al Brujas en Wembley. En unos años de dominio europeo del fútbol inglés, las dos siguientes ediciones vieron como el sorprendente Nothingam Forest se convertía en campeón europeo para recuperar el Liverpool el título en 1981 al derrotar al Real Madrid 1-0 en el Parque de los Príncipes de París. La cuarta Orejona llegó ya sin Paisley al mando siendo reemplazado por su asistente Joe Fagan para conseguir vencer en los penaltis a la Roma en su propio estadio logrando un triplete histórico aquella temporada.

Posteriormente, la tragedia de Heysel en la final del año siguiente ante la Juventus provocó 39 muertos en un verdadero drama humano pero también deportivo ya que, a consecuencia de ella, a los clubes ingleses se les prohibió participar en competiciones europeas durante cinco años mientras el Liverpool recibió una prohibición de diez años finalmente reducida a seis. El equipo pasó entonces por un periodo de intrascendencia continental que finalizó 20 años después con su quinta y última Copa de Europa. La llegada de Rafa Benítez a Anfield convirtió de nuevo al Liverpool en rey continental logrando en la final de 2005 la hazaña de remontar tres goles en el segundo tiempo al Milan para vencer en los penaltis tras terminar 3-3 en el tiempo reglamentario. Hoy, de la mano de Klopp, el Liverpool intenta recuperar poco a poco su prestigio y ya la temporada pasada estuvo a punto de conseguir la Europa League frente al Sevilla. 

Continuará…

Los Juegos Paralímpicos: origen, deportes y legado

Por DANIEL RIOBÓO BUEZO

Quienes somos  afortunados por no tener ninguna discapacidad física o psicológica quizá no llegamos a hacernos idea de lo que puede suponer convivir día a día con ellas, por los impedimentos físicos y logísticos que quienes las padecen tienen que superar y por lo fuertes que deben ser mentalmente para convencerse de que no son inferiores a nadie, sino diferentes, y que tienen que aceptarlas para el resto de su vida sin complejos. Para conseguirlo sin duda el deporte es una gran ayuda ya que estimula la capacidad de superación como pocas actividades y permite conocer a otras personas que luchan a diario contra los mismos impedimentos.

Ludwig Guttmann, fundador de los Juegos Paralímpicos

El neurólogo británico Ludwig Guttmann fue quien desarrolló la idea de estimular las actividades físicas para personas discapacitadas. Nacido en Alemania en 1899, al ser judío Guttmann se vio obligado a huir del Tercer Reich justo antes de la Segunda Guerra Mundial. En Inglaterra obtuvo un gran reconocimiento durante su brillante carrera profesional, pero su gran deseo era reintegrar a sus pacientes a una vida social tan completa como fuera posible, lo que incluía el deporte, un aspecto que conocía bien al haber competido en diferentes disciplinas durante la universidad. Por ello consideró que las actividades deportivas suponían una terapia inmejorable ya que físicamente contribuían a restaurar la fuerza, la coordinación y la resistencia de las personas discapacitadas y, psicológicamente, tenían un efecto potenciador de la autoestima y contribuían decisivamente a superar cualquier posible complejo de inferioridad o cualquier tentación de autoaislamiento de sus pacientes.

El médico alemán Ludwig Guttmann fue quien primero apostó por el deporte como terapia de superación.
El médico alemán Ludwig Guttmann fue quien primero apostó por el deporte como terapia de superación.

Ya como director del hospital de Stoke Mandeville, Guttmann fue introduciendo entre los pacientes modalidades como el baloncesto, el tiro con arco, el netball, el lanzamiento de jabalina o el billar ya que podían ser practicados con la mitad superior del cuerpo e incluso permitían a los parapléjicos competir con personas sanas. Así, poco a poco, fue organizando competiciones entre sus pacientes y los de otros hospitales fundando los Juegos de Stoke Mandeville que coincidieron con los JJOO de Londres en 1948. Su competición fue creciendo año a año en hospitales participantes y modalidades deportivas y su repercusión internacional hizo que en 1960 los ya denominados «International Stoke Mandeville Games» se celebraran junto con los JJOO de Roma de forma oficial, por lo que se les considera los primeros Juegos Paralímpicos si bien esta denominación sólo se aplica desde 1984.

Los Stoke Mandeville Games fueron los precursores de los Juegos Paralímpicos.
Los Stoke Mandeville Games fueron los precursores de los Juegos Paralímpicos.

Tras la disputa de los International Stoke Mandeville Games, en 1964 se fundó la Organización Deportiva Internacional para los Discapacitados que buscaba ser una entidad equivalente al Comité Olímpico Internacional pasando después a tener otros nombres hasta el actual de Comité Paralímpico Internacional que, desde 1988, organiza los Juegos Paralímpicos de Verano y de Invierno inmediatamente después de  los Juegos Olímpicos. Así en los Juegos Paralímpicos participan atletas de todo el mundo con ciertos tipos de discapacidades físicas, mentales y/o sensoriales como amputaciones, ceguera, parálisis cerebral o deficiencias intelectuales. Además, el COI también reconoce otros dos grandes eventos para personas con discapacidades, las Olimpiadas Especiales o Special Olympics para personas con discapacidad intelectual y las Sordolimpiadas para personas con discapacidad auditiva.

Los deportes y las categorías de los Juegos Paralímpicos

Debido a la gran diversidad de discapacidades existentes, los Juegos Paralímpicos tienen un elevado número de categorías en las que los atletas compiten. Así, cada discapacidad es dividida hasta en diez categorías diferentes que son la discapacidad de potencia muscular, el rango de movimiento pasivo, la deficiencia en alguno o varios miembros, corta estatura, hipertonía, ataxia, atetosis, discapacidad visual y discapacidad intelectual. En cuanto a los deportes, actualmente el programa se compone de 23 deportes en los Juegos Paralímpicos de Verano y de cinco deportes en los de Invierno. Sin duda uno de los principales es el atletismo, con una gran variedad de pruebas mientras el baloncesto en silla de ruedas tuvo su origen en el Netball que patentó Ludwig Guttmann. Por su parte, el fútbol tiene tres variantes, el fútbol 5, el 7 y el Goalball, donde compiten tres jugadores con discapacidad visual por equipo.

Hasta 23 deportes en 10 categorías diferentes forman parte del programa de los Juegos Paralímpicos.
Hasta 23 deportes en 10 categorías diferentes forman el programa de los Juegos Paralímpicos.

Al igual que en los Juegos Olímpicos, la natación es uno de los deportes estrella de los Juegos Paralímpicos y, como en ellos, se disputan las modalidades de estilo libre, espalda, mariposa, braza y estilo medley (los cuatro anteriores combinados) y sus participantes pueden tener una discapacidad física, visual o intelectual con diferentes categorías. En la natación se incluyen plataformas de partida opcionales e incluso la prueba puede iniciarse en el agua para algunos atletas en función de su discapacidad y, en el caso de personas con discapacidad visual, se utilizan señales o «extractores».  Además, existen otros deportes de los que podemos disfrutar al igual que en los JJOO de verano como el remo, el ciclismo con pruebas en diferentes tipos de bicicleta, la equitación, el judo, el tiro con arco y el tiro paralímpico, la vela o el tenis de mesa. En cuanto a los deportes específicamente disputados sobre silla de ruedas figuran la esgrima (en espada y sable), el rugby y el tenis mientras que en el voleibol sentado los jugadores deben mantener la pelvis pegada al suelo.

En Río se disputarán 23 deportes frente a los 21 disputados en Londres 2012.
En Río se disputarán 23 deportes frente a los 21 disputados en Londres 2012.

Además, los Juegos Paralímpicos incluyen varios deportes propios como la Boccia, cuyos orígenes se remontan a la Grecia Antigua y fue recuperado en los años setenta en los países nórdicos para adaptarlo a las personas con discapacidad y se introdujo como deporte de competición en la edición de 1984. En la Boccia participan personas con afecciones neurológicas o parálisis cerebrales y que se encuentran postradas en silla de ruedas. Se practica de forma individual, por parejas o equipos, sobre una pista rectangular en la que los jugadores tratan de lanzar sus bolas lo más cerca posible de una pelota blanca (denominada «Jack») que sirve de objetivo, mientras intentan alejar las de sus rivales, en un ejercicio continuo de tensión y precisión. Además, el levantamiento de potencia, que debutó en los Juegos Paralímpicos de Tokio en 1964, tiene 10 categorías diferentes en función del peso de los atletas y es el equivalente a la halterofilia en los Juegos de Verano.

El legado de los Juegos Paralímpicos de Río

Además de ofrecer la posibilidad a los atletas de competir junto a sus compañeros de diferentes países y de ofrecer al público la posibilidad de disfrutarlos, los Juegos Paralímpicos tienen el objetivo de dejar un legado en las ciudades en donde se celebran dejando edificios con mejor accesibilidad y accesos así como mejorar la aceptación de las personas con discapacidad por parte de la sociedad incluso cambiando leyes que permitan que aumente su empleabilidad.

Pese a la polémica sobre la dotación de recursos para los Juegos Paralímpicos por la crisis económica que atraviesa la ciudad y el sobrecoste de los Juegos de Verano, Río destinará el esfuerzo económico y humano previsto y acogerá los Juegos Paralímpicos entre el 7 y el 18 de septiembre en un evento donde los atletas paralímpicos volverán a demostrarnos su admirable capacidad de superación. Para valorarla en su justa medida, nada mejor que ver el maravilloso vídeo promocional de los Juegos Paralímpicos del canal británico Channel 4 «We´re the Superhumans», una oda a estos atletas admirables que representan los mejores valores del deporte.