Curiosidades, historia y precedentes de la final madrileña de Champions

Por DANIEL RIOBÓO BUEZO

Real Madrid y Atlético juegan por segunda vez en tres años la final de la Liga de Campeones, un hecho inédito y que confirma que actualmente son dos de los mejores equipos de Europa (y del mundo) junto al FC Barcelona y el Bayern de Múnich, los cuatro clubes que más regularidad han mostrado en los últimos años en la máxima competición continental de clubes. Pero el partido de Milán está lleno de curiosidades y de precedentes históricos que os queremos desvelar y que pueden tener un significado especial para los más supersticiosos.

Madrid y Milán, las dos ciudades con más éxitos en la Copa de Europa

La final en el mítico San Siro se produce curiosamente en el primer año desde que existen las competiciones europeas en el que ninguno de los dos equipos de Milán (el AC Milan y el Inter) ha disputado competiciones europeas ya que ninguno de ellos pasa ahora mismo por su mejor momento. Además, se trata de la única ciudad europea que cuenta con dos campeones de Europa ya que el Milan tiene siete Copas de Europa en sus vitrinas y el Inter tres, las mismas diez que tienen hasta ahora los equipos madrileños que el día 28 superarán a Milan ya que la úndecima copa recaerá en la ciudad de Madrid, bien sea de nuevo para el Real o la primera para el Atlético. Así, Madrid se convertirá en la ciudad europea con más títulos de la gran competición europea. Además Madrid es la única urbe del continente cuyos equipos han disputado entre ellos una (dos dentro de poco) final de la Copa de Europa.

Real Madrid y Atlético han hecho historia al enfrentarse de nuevo en la final
Real Madrid y Atlético han hecho historia al enfrentarse de nuevo en la final

Otro registro que también van a superar los equipos madrileños será el del número de finales disputadas ya que será la decimocuarta de los madridistas y la tercera de los atléticos superando también con sus 17 finales las 16 de los equipos de Milán (11 jugadas por el Milan y 5 por el Inter). De las trece disputadas, el Real Madrid ha vencido en diez y lleva sin perder una final de Copa de Europa desde el año 1981 cuando perdió con el Liverpool por 1-0 en París. Mientras, el Atlético perdió frente al Bayern la de 1974 y hace dos años en Lisboa frente a su rival en Milán.

Además, con esta nueva final, España también superará a Italia en finalistas ya que sumará 29 por 27 del país transalpino y además es la nación con más campeones con 15 (10 del Madrid y 5 del Barça) por las 12 «orejonas» levantadas por los equipos italianos e ingleses. Además, es la sexta final entre equipos de un mismo país en la Champions League. El Real Madrid ganó dos de las cinco anteriores: ante el Valencia CF en 2000 (3-0) y frente al Atlético en 2014.

Un estadio con dos nombres y maldito para el Real Madrid

La final madrileña de la Champions se disputa en uno de los estadios históricos de Italia y que comparten el Inter y el AC Milan, una práctica habitual en las grandes ciudades italianas con dos equipos de renombre. En este caso lo curioso es que el coliseo milanés tiene dos nombres ya que es conocido como Giuseppe Meazza cuando juega de local el Inter, en homenaje al mítico jugador neroazzurro, y como San Siro cuando lo hace en casa el AC Milan. Inaugurado en 1927 y con dos ampliaciones posteriores, actualmente tiene 81 mil localidades y se da la curiosidad de que el Real Madrid no ha ganado nunca en este estadio. En total, ha jugado 14 partidos oficiales en el escenario de la final con un balance muy negativo, ya que tan sólo ha empatado cuatro y perdido diez. Especialmente dolorosa fue la derrota del 19 de abril de 1989 cuando el Milan de Arrigo Sacchi le endosó un 5-0 que sentenció la semifinal y dejó tocada a la Quinta del Buitre. Mejor recuerdo tiene el Atlético que en su camino hacia Lisboa en 2014 venció al Milan 0-1 en San Siro en los octavos de final.

San Siro es un estadio de leyenda y acogerá la final de la Champions League 2016.
San Siro es un estadio de leyenda aunque de mal recuerdo para los aficionados madridistas.
Los campeones de Europa como jugador y entrenador

La final de Milán también podría permitir a Zinedine Zidane sumarse al selecto club de jugadores que han conseguido el gran trofeo europeo también desde el banquillo. Hasta ahora tan sólo seis lo han logrado. Pep Guardiola ha sido el último, siendo campeón en dos ocasiones como técnico (2009 y 2011) y una como jugador con el Barça (1992). Antes que él lo hicieron dos de sus predecesores en el banquillo azulgrana, los holandeses Frank Rijkaard y Johan Cruyff, tres veces campeones como jugadores y una como entrenadores, aunque con diferentes equipos. Rijkaard ganó como jugador con Milan (2) y Ajax y Cruyff  en tres ocasiones con el equipo de Amsterdam mientras que como técnicos los dos lo hicieron con el Barça, en 1992 Cruyff y en 2006 Rijkaard.

Zidane y Simeone aspiran a conquistar su primera "Orejona" como entrenadores.
Zidane y Simeone aspiran a conquistar su primera «Orejona» como entrenadores.

Los otros antecedentes de éxito en el banquillo y el campo son Miguel Muñoz, campeón como jugador en las tres primeras ediciones de la competición (1956, 57 y 58) y en dos ocasiones como entrenador (1960 y 66). Los otros dos campeones europeos como jugador y entrenador son italianos, Giovanni Trapattoni y Carlo Ancelotti. Trapattoni consiguió dos como jugador en el Milan, en los años 1963 y 1969, y como entrenador de la Juventus en 1985. Mientras, Ancelotti venció como jugador en 1989 y 1990 y como entrenador, también con el Milan, en las Champions de 2003 y 2007 completando su palmarés hasta ahora con la lograda con el Real Madrid en 2014 convirtiéndose en el único entrenador con tres orejonas en su carrera junto al mítico entrenador del Liverpool Bob Paisley que guió al éxito a los reds en 1977, 1978 y 1981.

Carlo Ancelotti es uno de los dos entrenadores que ha logrado tres "Orejonas".
Carlo Ancelotti es uno de los dos únicos entrenadores que ha logrado tres «Orejonas».
Las finales disputadas entre Real Madrid y Atlético

La de Milán será tan sólo la octava final de un gran torneo entre Real Madrid y Atlético, ya que hasta ahora han jugado siete finales con un balance favorable de cinco a dos para los rojiblancos. La de Milán será la segunda final de Liga de Campeones disputada entre los dos grandes equipos madrileños tras la de Lisboa en 2014 y que se decidió en la prórroga por 4-1 para los madridistas tres el empate in extremis de Sergio Ramos al final del tiempo reglamentario. Pero la historia ha vivido otras finales anteriormente entre estos dos equipos centenarios con una ventaja clara para el Atlético de Madrid.

Si nos remitimos a la Copa, la antigua Copa del Generalísimo vivió tres finales entre los equipos madrileños. En 1960 el Atlético venció por 3-1 y al año siguiente repitió título ganando a su archirrival capitalino 3-2 en sendas finales disputadas en el Santiago Bernabéu. La venganza retardada para los madridistas llegó el año en el que Franco desapareció, en 1975, al vencer 4-3 en los penaltis tras el 0-0 al final del tiempo reglamentario en el Vicente Calderón. Más cerca en el tiempo y ya bajo la denominación de Copa del Rey, el Atlético se impuso por 2-0 en el Bernabéu en 1992 y por 3-1 en 2013, de nuevo en el estadio blanco en las dos ocasiones. En total, cuatro victorias atléticas por tan sólo una para el Real Madrid. 

El Atlético tiene un balance claramente favorable en las finales de Copa del Rey disputadas contra el Real Madrid.
El Atlético tiene un balance claramente favorable en las finales de Copa del Rey disputadas contra el Real Madrid.

Por su parte, la Supercopa de España que enfrenta al campeón de Liga y Copa a finales del verano y que fue creada en 1982 tan solo ha visto una final madrileña. Fue en la temporada 2014 y el Atlético, entonces vigente campeón de liga, derrotó a doble partido al Real tras empatar a uno en la ida en el coliseo blanco y vencer en el Manzanares con un gol tempranero del croata Mario Mandzukic. 

Indios y vikingos, el origen de los apodos de Real Madrid y Atlético

Real Madrid y Atlético siempre han vivido una rivalidad deportiva que, entre los aficionados, va más allá de lo que sucede en el terreno de juego. Así, cada afición utiliza ciertos apodos para referirse al gran enemigo de la ciudad. En el caso de los rojiblancos, tienen dos apodos por los que son conocidos tanto sus jugadores como sus seguidores. Por un lado, «colchoneros», una denominación que tiene su origen en la época en la que los colchones que predominaban en los hogares españoles tenían franjas rojas y blancas en una forma muy similar a los colores de la equipación del equipo. El segundo de los apodos, «indios», se lo adjudicó directamente su gran rival en la capital. Los seguidores del Real Madrid decidieron llamar indios a los atléticos porque llegaron muchos jugadores sudamericanos el mismo verano, el de 1973, cuando Vicente Calderón fichó a los argentinos Rubén Ayala, ‘Cacho’ Heredia (Argentina) y ‘Panadero’ Díaz. Pero lejos de molestarse, los aficionados rojiblancos acogieron con orgullo el mote e incluso la actual mascota atlética se llama Indi.

Los apodos añaden un extra de humor en la rivalidad deportiva capitalina.
Los apodos añaden un extra en la rivalidad deportiva capitalina (Foto: Jorge Iracheta).

En el caso del Madrid, los dos apodos más extendidos para referirse al equipo y sus seguidores son «merengues» y «vikingos». En el primer caso fue el mítico periodista Matías Prats (padre) quien apodó al equipo en sus narraciones como los merengues al comparar su indumentaria blanca con el dulce del mismo color. Y de igual forma que el término «indios» lo creó el Real Madrid, el otro mote de los aficionados madridistas, los «vikingos, fue creado por los atléticos que, al ver que les llamaban indios, comenzaron a llamar a los madridistas vikingos por la misma razón, ya que a mediados de los 70 coincidieron de blanco varios jugadores del norte de Alemania como Netzer, Breitner, Jensen o Stielike. Y al igual que los atléticos, los madridistas también acogieron con orgullo el nuevo mote.

Cibeles y Neptuno, una fuente para cada celebración

Tras el partido del sábado habrá fiesta en Madrid, en una de sus dos grandes fuentes. Cibeles es la diosa del Madrid que celebra junto a sus leones sus campeonatos mientras Neptuno es el dios del Atlético, que festeja sus títulos bajo su tridente. Pero no siempre fue así y la fuente de Cibeles en un primer momento fue atlética mientras Neptuno fue madridista si bien muy pocos lo recuerdan. Pero todo cambió tras la victoria de España ante Dinamarca por 5-1 en los octavos de final del mundial de México 86. En una noche calurosa de 18 de junio, la euforia por el aplastante triunfo en Querétaro llevó a los aficionados a celebrar el triunfo en la Cibeles desde las cercanas terrazas de la Castellana  dado que Emilio Butragueño, ídolo madridista entonces, marcó cuatro goles y la selección era predominantemente madridista. Desde aquella noche, los madridistas decidieron celebrar los triunfos en la Cibeles mientras los atléticos adoptaron Neptuno unos años después, el 29 de junio de 1991, cuando el Atleti ganó en el Bernabéu la final de Copa del Rey al Mallorca.

Cibeles y Neptuno esperan su gran momento el sábado por la noche.
Cibeles y Neptuno esperan su gran momento el sábado por la noche.

El sábado de nuevo una de las dos fuentes tendrá su momento de gloria y será invadida por los aficionados del equipo vencedor si bien toda la ciudad de Madrid vivirá el sábado una nueva gran fiesta. De Madrid al cielo…pasando por Milán primero.

La industria del mañana será una mente artificial

Daniel Riobóo (Madrid)

En los albores de la Revolución Industrial al inicio del siglo XIX, los luditas se oponían a la mecanización de la industria y la vida. Luchaban contra el progreso en la ingeniería y la tecnología en defensa de los puestos de trabajo que las máquinas quitarían a los hombre. El movimiento murió rápidamente pero hoy algunos siguen preguntándose lo mismo. ¿Cada vez que un nuevo robot automatiza una tarea nos quita un puesto de trabajo?

La pregunta es pertinente porque la robótica supera cada año el número de unidades vendidas y se calcula que en 2025 los robots harán el 45% de las tareas de fabricación industrial en contraste con el 10% actual con las consiguientes pérdidas de puestos de trabajo. Pero viendo la botella medio llena este hecho puede interpretarse también como creación de riqueza y bienestar al mecanizar tareas fatigosas y crear empleo cualificado para ingenieros de robótica y técnicos de mantenimiento.

La evolución de la disciplina ha ido abandonando la ciencia ficción para dar paso cada vez más a la tecnología. De hecho son muchos los que creen que la inteligencia artificial será la próxima gran revolución tecnológica por encima de la realidad virtual.  Entre ellos está Sundar Pichai, el CEO de Google, que recientemente ha asegurado en la carta anual de la compañía que la inteligencia artificial es la tecnología que más evolucionará en los próximos años y en la que Google está invirtiendo mayores esfuerzos a largo plazo.

La Inteligencia artificial es una disciplina mucho más amplia que la robótica y sus aplicaciones están invadiendo cada vez más nuestra vida diaria. Por solo citar algunos ejemplos es la que nos permite utilizar nuestra voz para buscar información, traducir una página web de un lenguaje a otro o filtrar el spam de la bandeja de entrada de nuestro correo electrónico.

Pero la inteligencia artificial también ha producido hitos recientes como la victoria de la máquina Alpha, de la empresa de Google Deepmind, en una partida de Go contra el campeón del mundo en la disciplina Lee Sedol. Esta hito no estaba previsto antes de 2025. Según la compañía, el triunfo sirve para probar lo que son capaces de lograr y para seguir enfocando su uso hacia la facilitación de nuestras tareas diarias y para pensar en utilizarla en un futuro no tan lejano para enfrentar grandes desafíos: como el cambio climático o el diagnóstico del cáncer.

El antecedente de este nuevo logro se produjo hace cinco años, el día que el superordenador de IBM Watson venció a dos de los mejores concursantes del conocido programa estadounidense Jeopardy. Hasta la derrota de Sedol, era la prueba más espectacular del avance de la inteligencia artificial desde la victoria de otro computador, Deep Blue, contra el ajedrecista ruso Gary Kasparov en 1997.

Detrás de estos hitos históricos está el hecho de que las computadoras están empezando a ser capaces de interactuar de forma natural con los humanos a través de una amplia gama de aplicaciones y procesos así como introduciendo en ellas características de los propios seres humanos, como por ejemplo la intuición. Sus usos prácticos cada vez son más ambiciosos. Actualmente IBM está aplicando estos avances al campo del diagnóstico médico mientras Google lo está haciendo, entre otros, al de la conducción autónoma de coches, cuyos primeros prototipos están ya circulando y se espera que puedan ser comercializados en 2020.

 

Para convertir en algo habitual a los coches autónomos en nuestras carreteras, a las empresas les queda un duro trabajo por hacer. Desde reproducir la experiencia de conducir en diferentes culturas a disminuir el factor de mayor riesgo, la distracción, un peligro que podría evitarse mediante los asistentes de voz. Fabricantes como Ford trabajan a contrarreloj para resolver las trabas legales que permitan circular a los futuros coches y convencer a las compañías de seguros de que todavía tendrán su sitio.

Pero otros sectores de la automoción también están apostando por la inteligencia artificial. Según un estudio de Accenture, en los próximos cinco años los fabricantes de componentes de automóviles y el sector industrial prevén invertir 220.000 millones de euros en máquinas e inteligencia artificial. Esta inversión se dedicará especialmente a conseguir aumentar la productividad mediante una plantilla conectada.

El estudio señala que los vehículos autónomos y robots móviles que mueven materiales en las instalaciones ya representan la mitad de la inversión de estas compañías en esta área. En el futuro, esta tendencia seguirá en auge, especialmente en robots colaborativos (cobots) así como en dispositivos de realidad aumentada y virtual. Una prueba más de que la inteligencia artificial estará cada vez más presente en nuestras vidas.

Emprender para triunfar en la transformación digital

Daniel Riobóo (Madrid) 

El emprendimiento y las startups son la semilla de la transformación digital, la causa de lo que ya se conoce popularmente como la cuarta revolución industrial. El ejemplo de las compañías innovadoras se ha contagiado a las grandes corporaciones que tratan de aplicar sus fórmulas para digitalizar y transformar sus estructuras e incluso su cultura empresarial. Analizar este fenómeno ha sido el tema de la primera mesa redonda de la segunda jornada de RETINA —el foro de transformación digital iberoamericano de EL PAÍS patrocinado por Iberdrola, Santander y Telefónica— formada por tres emprendedores en serie y tres ejemplos para quienes quieran perseguir sus sueños y, posteriormente, guiar a otros por la misma senda.

Adejemi Ajao fundó Tuenti en 2005 para venderla poco después y crear Identified, posteriormente comprada por la empresa estadounidense Workday de la que hoy es vicepresidente. Además, en su faceta de inversor ha apostado por startups como Cabify y Blink, la exitosa compañía de ofertas hoteleras cofundada por Rebeca Minguela y posteriormente adquirida por Groupon. Minguela, también ponente de la mesa, ahora trabaja con el Banco Santander en su proceso de transformación digital mientras continua emprendiendo en Silicon Valley. El tercer participante, Gustavo García Brusilovsky, descubrió bastante más tarde su vocación emprendedora. En 2005 fundó Buy Vip, que se convirtió en el mayor club privado de venta de moda en España hasta que Amazon decidió comprarla en 2010 cuando la empresa de Jeff Bezos decidió instalarse en España.

¿Qué pueden aportar los emprendedores a las grandes empresas?

En la mesa moderada por Jaime García Cantero, director de contenidos de Retina, se han tratado de averiguar las diferencias entre las startups y las grandes corporaciones y qué pueden aportar los emprendedores a estas. Para Rebeca Minguela, que actualmente emprende en la incubadora de Harvard con una startup de rating para medir el impacto social de empresas y organizaciones, las grandes compañías buscan emprendedores para catalizar el cambio, gente con una trayectoria y una energía diferentes. Minguela establece diferencias entre ambos tipos de organizaciones en función de su experiencia. Mientras cree que “en Groupon todavía hay agilidad aunque no está muy clara su identidad como grupo y la visión ya que han escalado demasiado rápido” lo contrario ocurriría en el Banco Santander que “tiene una cultura muy fuerte y jerárquica que les permite ejecutar proyectos muy rápido si bien a la vez tiene el reto de ser una empresa hiperregulada”.

Para Gustavo García la cultura corporativa pierde flexibilidad por su tamaño y jerarquías y, por esta razón, tras haber trabajado en varias grandes empresas, prefiere el mundo de las startups ya que cree que, aunque crezcan, aún mantienen parte de su esencia. “Al final Amazon es una gran empresa, pero sigue teniendo un toque especial”. Y eso es lo que le motiva, seguir trabajando con mayor libertad. “El emprendimiento en serie es levantarte por las mañanas y darte cuenta de que se pueden hacer las cosas mucho mejor gracias a la tecnología”. El rol de España el mundo de las startups es aún demasiado pequeño en opinión de García, por lo que “los emprendedores pueden tener más futuro cooperando con las grandes corporaciones y aportando innovación”. Algo que también cree que pueden aportar en laspymes, ya que estas “tienen recursos muy limitados y además no tienen control de sus clientes, no tienen tecnología. Hay mucho que trabajar con ellas aportándoles tecnología y datos”.

Por su parte Adejemi Ajao nunca había trabajado en una gran empresa antes de Workday y al principio reconoce que cuando se interesaron por Identified no sabía realmente lo que hacían (softwaretransaccional de recursos humanos y finanzas). Pero cuando lo entendieron se dio cuenta de lo que podían aportar y finalmente la empresa americana decidió comprar su startup y ahora es vicepresidente en Workday. “Cuando tienes una startup muy agresiva, igual a tu cliente le cuesta llegar ahí pero al final es una colaboración beneficiosa para los dos”.

Las próximas tendencias que triunfarán en la economía digital

Para Adejemi Ajao, la inteligencia artificial es la tendencia con más futuro como prueba que “la inversión se ha multiplicado por 15 en los últimos 5 años”. En este campo, para Ajao hay dos tipos de empresas, “unas en plan terminator que trabajan para crear los robots del futuro pero que son muy pocas, porque antes de 15 años es difícil que puedan lograr productos viables”. Mientras, las otras, “son las de bases de datos enormes para los sectores de finanzas, recursos humanos, logística y a los que les puedes aplicar una solución muy concreta. Ser capaces de procesar datos más rápido es una ventaja competitiva”.

Gustavo García cree que la tendencia inmediata pasa por aplicar la tecnología a las pymes y comercios. “El 80% de lo que hacemos en Internet es ya a través del móvil. La tecnología va por delante de donde queremos llegar. Llevarla a las pymes es la gran transformación de los próximos 3 años”. Por su parte, Rebeca Minguela apuesta por el campo donde actualmente emprende. “El sector más importante es el del impacto social, que en los próximos 10, 20 años aumente el nivel de vida  de toda la población ya que los avances y tecnologías actuales solo llegan a la zona alta de la pirámide social”.

En cuanto al mensaje final inspirador, cada uno de estos emprendedores tiene su propia visión. Para Adejemi Ajao “ayudamos a las empresas a tomar mejores decisiones basadas en datos, la oportunidad está ahí”. Una posibilidad, la del éxito, que para Gustavo García pasa por adoptar una startup. Rebeca Minguela cree que “estamos en un momento único para emprender. Para las grandes empresas es ahora o nunca: transformarse o morir”.