Más vale una retirada a tiempo que una batalla perdida, asegura el dicho. Pero muchos deportistas prefieren continuar en la brecha mucho más allá de la treintena o incluso de los cuarenta aun arriesgándose a no seguir compitiendo a su mejor nivel. Bien sea por la necesidad de seguir bajo los focos de la fama y por amor a su disciplina, por seguir superando récords, o incluso por pura necesidad económica. Aunque tampoco podemos obviar que, al igual que la esperanza de vida sigue aumentando, también la vida profesional de los deportistas lo hace y algunos continúan compitiendo a un nivel envidiable. Así, vamos a repasar algunos ejemplos célebres de longevidad en el deporte.
El último ejemplo de un deportista veterano compitiendo al máximo nivel es el del ciclista norteamericano Chris Horner, disputando la Vuelta a España con opciones de victoria final a punto de cumplir 42 años. Pero Horner no es el ciclista más veterano del pelotón internacional. Un mes mayor que él, el alemán Jens Voigt es otro ilustre cuarentón que todavía sigue dando espectáculo en las carreteras. Siguiendo con las dos ruedas, si hay alguien que ha desafiado al tiempo, esa ha sido la francesa Jeannie Longo, dominadora histórica del ciclismo femenino. Esquiadora en sus inicios, cambió los bastones por la bicicleta para ganar todo lo habido y por haber. Ha disputado siete Juegos Olímpicos y compitió hasta 2011 cuando, con 53 años, se proclamó campeona de Francia en contrarreloj.

Pero en el ciclismo masculino ha habido otros casos de ciclistas que han seguido compitiendo hasta pasados los cuarenta, entre ellos el holandés Joop Zoetemelk (42), el burgalés Iñigo Cuesta (42) o el francés Gilbert Duclos-Lassalle (41). Y cómo no, también tenemos que recordar al ahora arrepentido Lance Armstrong quién, tras ganar su séptimo Tour en 2005, decidió colgar la bicicleta para volver tres años después y correr aún dos temporadas más, hasta casi los 40. De hecho su última confesión parece responder a su intención de que le permitan seguir compitiendo en triatlón ya que su competitividad no conoce límites.
Dejando las carreteras pasamos al parqué. En el baloncesto tenemos que acordarnos de Michael Jordan, probablemente el mejor jugador de la historia del baloncesto y ganador de seis anillos de la NBA con los Chicago Bulls. Con dos vueltas a la cancha tras otras tantas retiradas, su último partido oficial lo jugó a los 40 años con los Washington Wizards y hace unos meses, diez años después, se especuló con que pudiera celebrar sus cincuenta jugando un nuevo partido de la NBA con la franquicia de la que es propietario, los Charlotte Bobcats, ya que él mismo lo había prometido en su momento. Finalmente no se cumplió pero, tratándose de Jordan, nunca podemos descartar que nos vuelva a sorprender.

Además de Jordan, la NBA ha tenido más casos de longevidad entre sus grandes estrellas. Entre ellos, el de Kareem Abdul-Jabbar, quien dejó el baloncesto a los 42 años como el máximo anotador, taponador, reboteador defensivo y con el récord de más minutos disputados en la competición. No logró así el de partidos jugados, marca que tiene el legendario pivot de los Boston Celtics Robert Parish, que se retiró finalmente a los 43. Unos números a los que se acercó Karl Malone, segundo anotador histórico y que abandonó las canchas a los 41. En la ACB también hemos asistido a casos como los de André Turner, retirado a los 44 o Darryl Middleton, en activo todavía a los 46 . Y cómo olvidarnos de Joan «Chichi» Creus, ahora director deportivo del FC Barcelona y que siguió dando clases magistrales hasta los 42. Además, ha habido un caso muy curioso, el del pivot italiano Dino Meneghin, uno de los jugadores europeos más laureados y que, al borde de su retirada a los 45 años, llegó a coincidir en las canchas de la Lega italiana con su hijo Andrea.
Y en el baloncesto internacional, el súper veterano ha sido el brasileño Oscar Schmidt, en activo hasta los 45 años, lo que permitió a «Mano Santa» superar el récord histórico de puntos de Abdul-Jabbar y participar en cinco Juegos Olímpicos, sin duda uno de los mejores tiradores de la historia.

En el fútbol, a la hora de resistir el paso del tiempo, los porteros suelen sobresalir, con casos como el del mítico Peter Shilton, tan recordado por recibir los dos goles de Maradona en México 86 como por seguir jugando hasta los 48 años. Además, hasta hace poco hemos visto ejercer a otros cuarentones ilustres como el holandés Edwin Van der Sar o a los españoles César Sánchez o Ricardo, mientras todavía sigue jugando en Alemania Andrés Palop, otro incombustible bajo los palos. Mientras, entre los jugadores de campo es muy difícil llegar a las cuatro décadas sobre el campo aunque hay casos que lo desmienten como los de Donato, Paolo Maldini, el camerunés Roger Milla o el del incombustible Javier Zanetti, que cumplió recientemente los cuarenta como titular indiscutible en el Inter de Milán. Otro que cumplirá en breve los cuarenta es Ryan Giggs, el eterno extremo izquierdo del Manchester United, idéntica edad con la que Rivaldo ha vuelto a jugar en Brasil y la misma a la que Don Alfredo Di Stéfano se cortó la coleta.

Pasando del césped al tartán, en el atletismo los fondistas suelen prolongar bastante sus carreras y van subiendo de distancia con el paso de los años ya que el cuerpo, aunque pierda la chispa, gana en resistencia y, de hecho, la edad idónea para correr maratones se sitúa más allá de los treinta. Los ejemplos de «cuarentones» que aún resisten a buen nivel como Haile Gebrselassie y Chema Martínez así lo prueban. Algo parecido ocurre en la marcha donde destaca el caso del madrileño Jesús Ángel García Bragado, todavía en activo a sus 43 años y que recientemente se ha convertido en el atleta que más mundiales ha disputado con once participaciones. Más curioso es este fenómeno entre los velocistas, donde las fibras rápidas y la pérdida de explosividad no suelen permitir carreras dilatadas en el tiempo. Para negar estas teorías, dos excepciones. La del británico Linford Christie, campeón olímpico en Barcelona 92 con 32 años y que siguió en activo hasta los 39 cuando ya había sido abuelo. Y en mujeres, una de las grandes velocistas de la historia, la jamaicana posteriormente nacionalizada eslovena Merlene Ottey, sigue paseando su belleza y su clase por los estadios y el verano de 2012 compitió en el 4x100m de los europeos de atletismo ¡a los 52 años!.

Si nos ocupamos del tenis, hay dos ejemplos de veteranos entre los más grandes de todos los tiempos. Jimmy Connors siguió repartiendo zurdazos y sonrisas hasta los 43 mientras Martina Navratilova, campeona de todo y orgullosa defensora de la homosexualidad, prolongó su carrera hasta los 39 aunque en dobles siguió jugando esporádicamente hasta los cincuenta. Actualmente, la japonesa Kimiko Date compite en el circuito femenino a sus 42 años y su caso es muy significativo ya que se retiró a los 26, después empezó a correr maratones y decidió volver doce años después, a los 38, y aún sigue compitiendo con tenistas cuyas madres en algunos casos son más jóvenes que ella.

En motor, hasta hace poco hemos visto al volante al heptacampeón Michael Schumacher quién, tras retirarse durante cuatro temporadas, decidió volver a los circuitos aunque su rendimiento ya nunca volvió a ser el mismo de su triunfal carrera anterior. Pero el caso más curioso es el del argentino Juan Manuel Fangio, el recordman en la Fórmula 1 hasta la llegada del alemán y que obtuvo sus cinco títulos mundiales con más de cuarenta años antes de retirarse a los 47. En España también tenemos veteranos pilotos como Pedro Martínez de la Rosa, hasta la última temporada al volante a los 41 años o Carlos Sainz, que sigue participando en el Dakar a los cincuenta. Y en el motociclismo, cómo olvidarnos de Ángel Nieto, que tras ganar 12+1 títulos mundiales quiso prolongar su carrera hasta los cuarenta.

Por último hay que recordar a algunas grandes leyendas del boxeo. Aunque no llegó a competir con cuarenta, Muhammad Alí se quedó a muy poco de cumplirlos sobre el ring y siguió dando lecciones a las nuevas generaciones de boxeadores hasta los 39 años. Una edad ampliamente superada por dos de sus rivales históricos, George Foreman, campeón del mundo de los pesados a los 45 y cuya pegada superlativa le permitió seguir en activo hasta los 48, la misma edad a la que se retiró uno de sus grandes rivales en la máxima categoría del boxeo, Evander Holyfield. Mientras, el panameño Roberto «Mano de Piedra» Durán, uno de los mejores pesos ligeros de la historia, siguió compitiendo hasta los 47.

Antes de terminar, tenemos que hacer mención al súper veterano del deporte mundial, el alpinista Carlos Soria quien, a sus 74 años, todavía sigue en su empeño de ascender a las 14 montañas más altas del mundo. Con él concluimos nuestro repaso a aquellos grandes deportistas que han querido desafiar al tiempo. Son todos los que están pero seguro que no están todos los que son y alguno más volverá a sorprendernos próximamente. Y es que, ya se sabe, los viejos rockeros nunca mueren.