Las siete maravillas del deporte en 2012

Si finalmente la profecía de los mayas queda en nada, el mundo seguirá existiendo en 2013 y los aficionados al deporte podremos seguir disfrutando. Así, antes de que acabe el año, en Deporadictos os vamos a ofrecer lo que consideramos lo más espectacular de 2012, las actuaciones más deslumbrantes en los principales deportes. Seguro que echaréis en falta algunas pero esperamos que os gusten nuestras propuestas.

La selección española de fútbol ha vuelto a reinar en Europa en 2012.

Goles son amores

En 2012 lo más remarcable en el deporte más popular del planeta ha sido la nueva Eurocopa conquistada por España en Kiev, en un año en el que el Chelsea también ha demostrado que la fortuna (en sus dos acepciones) puede ser suficiente para que un equipo triunfe. Pero aquí vamos a enseñaros goles, la salsa del fútbol. Además del récord en un año natural de Messi, el propio Leo junto a Falcao, Neymar y otros siete futbolistas, incluida la mexicana Olivia Jiménez, compiten por el Premio Puskas 2012 con el que la FIFA premia al mejor gol del año. En la Gala del Balón de Oro de enero conoceremos al ganador. Mientras, os invitamos a disfrutarlos y a que elijáis vuestro favorito.

 La batalla de Londres

Las jugadas más espectaculares del baloncesto suelen venir de la NBA y bien podríamos incluir un vídeo con las más destacadas del año pero realmente el mayor espectáculo se da cuando se juntan los mejores equipos del mundo en la misma cancha y eso ocurrió el domingo 12 de agosto en el North Greenvich Arena de Londres. Los protagonistas, las selecciones olímpicas de Estados Unidos y España. Si la final de Pekín 2008 había sido magnífica, la de Londres fue todavía mejor, un partido inolvidable. España tuteó durante todo el partido al Dream Team y tan sólo pequeños detalles impidieron que España no  pudiera tomarse la revancha.

Atrápame si puedes

En atletismo, aunque hemos asistido a grandes actuaciones y maravillosos récords y con permiso de Usain Bolt y Allison Felix, hemos decidido quedarnos con lo que hizo David Rudisha en la final de los Juegos Olímpicos de Londres. El keniata superó su propio récord mundial de 800 metros (1:40:91) pero lo realmente increíble es que lo hizo sin liebres y encabezando la final de principio a fin, una proeza al alcance de muy pocos atletas. Tan sólo el cubano Alberto Juantorena había conseguido realizar algo parecido en los Juegos de Montreal en 1976, aunque en una época en la que los récords atléticos no estaban tan caros como actualmente.

El nuevo clásico del ring

El gran clásico del boxeo en los últimos tiempos ha vivido en este 2012 su cuarto episodio. Manny Pacquiao y Juan Manuel Márquez se midieron en Las Vegas el ocho de diciembre y, aunque no había un título en juego, la expectación que habían despertado sus peleas previas convirtió el acontecimiento en el combate del año (con permiso de la disputa del título mundial del peso medio entre Sergio «Maravilla» Martínez y Julio César Chávez Jr). «Dinamita» Márquez no conocía la victoria en sus enfrentamientos previos con «Pac-Man» (dos derrotas y un nulo) pero, aunque el combate estaba siendo dominado por Pacquiao, de repente, cuando la campana del sexto asalto estaba a punto de sonar, ocurrió esto. 

No hay dos sin tres

Acudiendo al refranero y, pese a que Fernando Alonso le plantó cara hasta la última prueba, el alemán Sebastian Vettel suma y sigue y, como no hay dos sin tres, este año ha obtenido su tercer título mundial de Fórmula 1 y, además, de forma consecutiva. El piloto de Red Bull ha vuelto a contar de nuevo con el mejor coche pero también ha demostrado que puede aguantar la presión de Fernando Alonso y que también es capaz de realizar remontadas épicas como las del asturiano.

La remontada imposible

El pasado 11 de noviembre, en el Gran Premio de Valencia, en la categoría de Moto2, Marc Marquez protagonizó una espectacular remontada. El niño prodigio de las dos ruedas salió el último para ir avanzando posición a posición hasta  llevarse la prueba en Cheste. Lo más sobresaliente de todo fue la salida, en la que Marquez remontó, más de 20 puestos, algo no visto hasta ahora en el motociclismo. El año que viene Jorge Lorenzo y Dani Pedrosa tienen mucho que temer ante este talento descomunal.

Más lejos, más alto, más rápido 
A medio camino entre el paracaidismo y la exploración espacial, en este repaso a lo más espectacular del año no podemos obviar a Felix Baumgartner. Amante de los retos y el riesgo, el austríaco tuvo a medio mundo en vilo el 14 de octubre para lanzarse en caída libre desde la estratosfera tras subir a 39 mil metros de altura con un globo aeroestático. Baumgartner consiguió su reto convirtiéndose en el primer ser humano en romper la barrera del sonido sin apoyo mecánico. Al igual que cuando Neil Armstrong pisó la Luna, lo realizado por el aventurero austriaco al saltar al vacío fue un pequeño paso para el hombre que supuso un gran salto para la humanidad.

Messi, Müller y Pelé, los profetas del gol

Con sus dos tantos ante el Betis, Leo Messi ha superado a Gerd Müller estableciendo un nuevo récord de goles marcados en un año natural para escribir una página más en la historia del fútbol mundial. Por ahora el argentino lleva 86 en 66 partidos y el año aún no ha terminado por lo que la cuenta todavía no está cerrada. Además, Messi ha establecido otro nuevo hito logrando superar a César como máximo goleador azulgrana en liga con 192 dianas. Así, lo que parece claro es que al argentino el apodo de «La pulga» se le empieza a quedar pequeño, quizá le hace más justicia otro que ya lleva circulando desde hace un tiempo, «El mesías del fútbol». Si Valdano definió a Romário como un jugador de dibujos animados, Messi bien podría ser un personaje de ciencia ficción.

Pelé, Müller y Messi, los tres grandes depredadores del fútbol mundial.

De «Torpedo» Müller a «La pulga» Messi

Messi mejora el récord de Müller con 25 años mientras que el alemán tenía 27 cuando lo estableció. Aunque el registro de Leo es extraordinario, el anterior fue conseguido en menos partidos ya que los 85 goles logrados por Müller en 1972 con el Bayern de Múnich y su selección llegaron en 60 encuentros. Además, el delantero alemán se retiró con un  magnífico promedio de goles por partido tras 19 años de carrera. Y con un mundial, el logrado con la Alemania de Beckenbauer en 1974, algo de lo que por ahora Messi, que lleva 314 tantos en partidos oficiales, no puede presumir. Según las estadísticas, el cañonero teutón anotó en su carrera 650 goles en 731 partidos oficiales.

Pelé, el futbolista de los mil goles

Pero si hay alguien que supera los registros totales de Müller y Messi es el todavía considerado por muchos como el mejor jugador de la historia del fútbol, Edson Arantes do Nascimento. Si bien en su año más goleador (con diecisiete primaveras) Pelé se quedó en 75 goles, también es cierto que al jugar en Brasil disputaba menos partidos (lo hizo en 53 encuentros) que quienes lo hacían en Europa. Durante sus 19 temporadas en el Santos y sus tres en el Cosmos neoyorquino, Pelé marcó más de mil goles, exactamente 1282 (760 en partidos oficiales), una cifra todavía muy lejana para Messi. Por no hablar de sus tres mundiales con la Canarinha en 1958, 1962 y 1970. Por algo Pelé siempre será recordado como «O Rei».

En cuanto a los goles con sus respectivas selecciones, Pelé anotó 77 (en 92 partidos), Müller 68 (en 62 presencias) y Messi lleva «sólo» 31 (en 76), aunque todavía es muy joven para superarles e incluso para poder conseguir algún gran título con la albiceleste porque Messi parece insaciable y es un jugador total.

Los otros dos «recordman» de la Liga española

Y ya que hablamos de grandes artilleros, es conveniente mencionar a otros dos delanteros voraces que también juegan en la Liga: Cristiano Ronaldo y Radamel Falcao, uno más dotado para el contragolpe y el colombiano para el remate en el área. Aunque este año no alcanzan los registros extraterrestres de Messi, el astro portugués superó la temporada pasada el récord de goles en la liga española con 46 pero Messi fue aún más lejos y finalmente llegó a los cincuenta. Falcao todavía no ha alcanzado esas cifras aunque va por muy buen camino. Sus cinco goles en el partido de Liga ante el Deportivo de La Coruña son algo que se ha visto muy pocas veces y nadie lo había logrado desde que Morientes lo hizo como madridista contra la Unión Deportiva Las Palmas en 2002.

Cristiano Ronaldo y Radamel Falcao, los otros dos grandes goleadores del momento.

Tanto Cristiano como el delantero atlético están ofreciendo un gran rendimiento con sus equipos y con sus selecciones, a las que están llevando de nuevo a la élite, como Falcao con Colombia. El único problema que tienen es haber coincidido con Messi en el tiempo y en la misma competición por lo que el argentino, de alguna forma, les eclipsa e impide que tengan un reconocimiento todavía mayor. Es lo que ocurre en la disputa del deseado Balón de Oro que Cristiano tanto ansía conseguir de nuevo y cuyo ganador se conocerá en enero. Mientras, sigamos disfrutando de estos tres geniales goleadores.

Ricky Rubio, el regreso del niño prodigio del baloncesto

Talento natural para el juego, aprendizaje junto a los mejores y una cabeza privilegiada. Son las claves que han hecho a Ricky Rubio ser lo que es. El genio de El Masnou está a punto de volver a las canchas de baloncesto tras una grave lesión que le ha tenido fuera de juego durante nueve meses. Su equipo, Minnesota, toda la NBA y el baloncesto mundial esperan ilusionados el regreso del joven talento.

Un niño prodigio de récord

El deporte mundial ha dado en los últimos años talentos precoces como Messi,  Nadal o Usain Bolt, pero ninguno ha despuntado tan pronto como él. El niño prodigio del baloncesto español y mundial ha ido quemando etapas a una velocidad de vértigo. Debutó en la ACB con el Joventut de Badalona con 14 años de la mano de Aíto García Reneses, con quince cautivó a Michael Jordan y Larry Bird y, poco antes de cumplir los dieciséis, impactó al planeta baloncesto con una actuación impresionante en la final del campeonato de Europa cadete. Ricky lideró la victoria de España ante Rusia con  51 puntos, 24 rebotes, 12 asistencias y 7 robos de balón, una auténtica barbaridad. Antes, para forzar la prórroga que condujo a la victoria anotó este triple en el último segundo desde el medio del campo.

No especialmente alto (1,92) aunque sí con una gran envergadura (2,07) y una madurez y sentido del juego impropios de su edad, las competiciones con sus compañeros de generación pronto se le quedaron pequeñas. Tras su deslumbrante inicio profesional, Ricky continuó su vertiginoso ascenso, primero con el Joventut y, desde 2009, con el FC Barcelona. A pesar de ganar todo, en su segunda temporada en el Barça Rubio se estancó, coartado por los sistemas conservadores de Xavi Pascual. La forma de jugar era demasiado restrictiva para un jugador que se mueve como pez en el agua en el campo abierto y en las defensas uno contra uno.

Tras ganar todo en Europa, Ricky decidió cruzar el charco para vivir un nuevo reto en la NBA.

Ricky no ha sido el más joven en debutar con la selección española, pero sí el que más logros ha conseguido con menor edad. Lo hizo con diecisiete años y poco después conquistó la plata olímpica de Pekín. La generación de oro del baloncesto español le recibió con los brazos abiertos y, junto a ellos, también ha sido dos veces campeón de Europa, en 2009 y 2011.

Ese año Rubio se convirtió en el único jugador en ganarlo todo en Europa al hacerse con la Euroliga, FIBA Eurocup, ULEB Cup, Liga ACB, Copa del Rey y Supercopa ACB con solo 20 años. El niño prodigio se había hecho mayor y estaba preparado para cruzar el charco. En la NBA le esperaban con los brazos abiertos desde 2009, cuando Minnestota Timberwolves había apostado por él al elegirle en el número cinco del Draft en un intento más de la franquicia para escapar de su mediocridad.

Llegada a la NBA

Así, tras ganar todo en Europa, Ricky llegó a la NBA aunque su puesta de largo se retrasó debido al cierre patronal. Solucionado el conflicto, Santa Claus le regaló un debut que rápidamente confirmó la expectación que su llegada había producido y, ya en enero, fue elegido el mejor rookie de la Conferencia Oeste destacando en sus grandes especialidades, las asistencias y los robos de balón. Poco después fue elegido para integrar el equipo de novatos del Oeste en el All Star.

Todo parecía ir rodado hasta un fatídico día de marzo en el que su rodilla chocó con la de Kobe Bryant teniendo que decir adiós a la temporada y a los Juegos Olímpicos. A pesar de haber jugado poco más de dos meses, Ricky fue elegido el segundo mejor novato del año por los entrenadores. Sus actuaciones en el parqué habían enamorado ya a muchos.

Rubio pasó poco después por el quirófano para ser operado de la rotura del ligamento cruzado anterior de la rodilla derecha, una lesión y una recuperación muy complicadas para un jugador de baloncesto. Así, ni los médicos ni el propio jugador han querido precipitar su vuelta para hacerlo con las mayores garantías posibles.

Un futuro incierto tras la lesión

Ricky vuelve con veintidós años recién cumplidos, un prestigio merecido y una gran expectación. La duda ahora es si podrá recuperar su nivel anterior a la lesión. Su caso recuerda al de Raúl López, otro talento precoz del baloncesto español al que dos graves lesiones como la de Ricky le impidieron ser el fenomenal base que apuntaba, el Tony Parker patrio. Aun habiendo alcanzado un buen nivel, Raúl López siempre ha jugado con precaución y físicamente nunca pudo dar el máximo desde entonces.

Ricky y Pau Gasol podrían llegar a ser compañeros de equipo si Pau es traspasado a Minnesota.

Otro caso similar al de Ricky es el de Derrick Rose. El talento de los Chicago Bulls también se quedó sin Juegos Olímpicos y estará en el dique seco hasta mediada la temporada regular. Su regreso también es muy esperado. Además, tras la llegada a Los Angeles Lakers de Mike D’Antoni, Pau Gasol ha perdido importancia y cada vez hay más rumores sobre un probable traspaso a Minnesota. De producirse, los dos talentos españoles coincidirían en la gélida Minneápolis y el equipo daría un salto de calidad. Si bien destronar a los Miami Heat de Lebron James parece lejano, soñar es gratis y tanto Pau como Ricky han dejado claro ya antes de lo que son capaces.